Receta de la “filosofía de cuatro perras”

Feb 18, 2013   //   by Nuria Ros Cubel   //   Artículos  //  Sin comentarios


Reúna los ingredientes para la perfecta tarta y pasteleo de ir por casa. Dícese hallarse en un estado de búsqueda personal difícil de definir, pensar que finalmente has topado con la verdad iluminada, sentirse con el beneplácito del divino para ser un representante para los demás. El mucho predicar y el escaso practicar, el percibirse como estar de vuelta de todo pero cantando la frase de “sólo sé que no se nada”, realizar una crítica activa del consumismo occidental pero en nombre de la abundancia, de la prosperidad y del
 “yo lo valgo”. La comodidad y el bienestar son más que apropiados para uno mismo, aunque deplorable y deleznable para los demás como meta de vida.

Todavía serán necesarios otros elementos para llevar a cabo la cocción perfecta, tal como la adhesión a algún grupo de firme creencia social, no importa sea supuestamente religioso, filosófico, científico, espiritual, político…, irrelevante basta y sobra estar convencido que es la formación humana casi perfecta a través de la que conducir la existencia.

Y en esta identificación con el grupo y su causa encontrar finalmente la ansiada identidad. Queda atrás los angustiosos momentos vitales de la depresión, la baja autoestima, el peregrinar en pos de la “verdad”, incluso con fortuna se deja en el recuerdo los tediosos problemas familiares y se instaura la nueva creencia que se rompen los vínculos ancestrales, vamos la práctica de la generación espontánea.

Ahora observe si puede, en que lugar de la jerarquía de la nueva institución se encuentra, o si prefiere en qué piso de la gran tarta está. Bueno a lo mejor todavía no está bastante “ilumbrado” y este tipo de meditación no le es autorizado por “su bien”. Aún necesita el tiempo de fermentación, y de quedar cubierto con la obscuridad para que la masa esté en su punto.

Una vez elevado es adecuado pasar al relleno y que mejor para ello que un aliño de cremas “globalizadas” y alternativas siendo requisito justo y necesario que las palabras sean lo más extrañas y foráneas posibles, ya se sabe que los milagros del santo son más grandiosos si éste procede de lugar extraño y un poco exótico.

Remataremos la decoración con alguna disciplina a elegir, ciertas frases lapidarias con aires zen, alimentación más o menos idónea aunque quizás sin saber a quién, un poco de “tantra” y otros toques varios que completen la obra maestra.

El buscarse a uno mismo, especialmente cuando se realiza el deseado encuentro, es sumamente positivo para la evolución, crecimiento y desarrollo personal, pero hay que ser sumamente cuidadoso y no caer en el desliz de una encrucijada de caminos con rumbo dudoso.

Cuando invade la insatisfacción personal, el desconocimiento de uno mismo, la desorientación en la vida, la valoración negativa de los propios resultados, la ansiedad y el desánimo y antes de decantarse por un supuesto remedio mágico sería más conveniente recurrir a una ayuda y apoyo profesional psicológico, contactando auténticamente con uno mismo, después de que habiendo ajustado la propia imagen e identidad, poder decidir con criterio y fundamento las diversas opciones, sí es que aún se tiene tal inquietud.


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